infoinfusion 28 septiembre, 2023 | Hace 1 año
Un empleado del Museo de Múnich admitió su participación en un escandaloso caso de robo de obras de arte con el fin de financiar un estilo de vida lujoso.
Este individuo, de 30 años de edad, confesó haber sustituido varias pinturas almacenadas en el depósito del museo por falsificaciones y luego subastar las obras auténticas.
El Tribunal de Distrito de Múnich lo declaró culpable de tres casos consumados y un intento adicional de venta ilegal de bienes culturales, imponiendo una sentencia de prisión de un año y nueve meses, según el anuncio del tribunal el lunes. Además, el tribunal ordenó la confiscación de más de 60,000 euros (63,500 dólares) como compensación.
El acusado, quien ocupó un cargo técnico en el museo desde mayo de 2016 hasta abril de 2018, tenía acceso al almacén donde se resguardaban las pinturas.
Según la declaración del tribunal, uno de los cuadros que reemplazó fue “Das Märchen vom Froschkönig” (“La fábula del Rey Rana”) de Franz von Stuck, el cual fue reemplazado por una falsificación. Fingiendo una procedencia familiar, ofreció la obra auténtica en una subasta en Múnich, obteniendo 70,000 euros (74,000 dólares) cuando la pintura fue vendida a una galería en Suiza.
También sustrajo los cuadros “Die Weinprüfung” (“La cata de vino”) de Eduard von Grützner y “Zwei Mädchen beim Holzsammeln im Gebirge” (“Dos muchachas recogiendo leña en las montañas”) de Franz von Defregger del almacén del museo, generando ganancias adicionales de 12,000 euros.
En total, el acusado logró recaudar 60,617 euros por la venta de estas pinturas robadas, dinero que utilizó para liquidar deudas y mantener un estilo de vida ostentoso. El tribunal reveló que el individuo destinó estos fondos a comprarse, entre otras cosas, “un costoso reloj de pulsera y un automóvil Rolls Royce”.
A pesar de su confesión y sinceridad en el tribunal, el acusado declaró que había actuado impulsivamente y no podía explicar su comportamiento, mostrando un profundo arrepentimiento por sus acciones.