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infoinfusion 24 marzo, 2023 | Hace 1 año

Un jaguar, dos quetzales y 22 mil flores llevan la cultura zapoteca a España

Los dos animales míticos de la cultura zapoteca, el quetzal y el jaguar, centrales en el sincretismo del calendario de este pueblo ancestral, elaborados con tres piezas de madera de copal pintada a mano y 22 mil flores naturales, cubren la fachada del edificio de la Casa de México en la capital española desde el 21 de marzo, primer día del año en el calendario zapoteca, para recibir la llegada de la primavera.

“Estos dos animales representan a los míticos tonas y nahuales de la ancestral cultura mexicana”, explica en entrevista Jacobo Ángeles Ojeda, el artesano zapoteco, que junto con su esposa María Ángeles y su hijo Roberto han llevado el arte zapoteco a Estados Unidos, Alemania o Japón.

Y ahora aterrizan en Madrid con esta imponente intervención en la fachada del vetusto palacete que en el pasado fue la Casa de Socorro, que desde hace unos años ocupa la Casa de México en España, en la madrileña avenida Alberto Aguilera 20.

“Fuimos invitados a Casa de México para presentar un calendario zapoteco y toda su tradición, pero también para hacer una ofrenda para el 21 de marzo, que es el inicio de la primavera, pero también coincide con el incio de año en nuestra cultura zapoteca. Fuimos motivados para realizar este mural en la fachada en forma de un jaguar y dos quetzales con flores, como haciendo ese sincretismo de la adoración del animal y las flores, entonces ese sería el enfoque de la fachada”, explica el artesano originario de San Martín Tilcajete, Oaxaca, donde tiene el Taller Jacobo y María Ángeles.

Por tratarse de flores naturales que acompañan a la madera tallada y pintada a mano, que dan un singular colorido a la fachada en la avenida, tendrá una duración corta, hasta el 2 de abril.

Dicha intervención efímera cuenta con 22 mil flores naturales montadas sobre una monumental pieza compuesta por un jaguar de 8 metros de altura, dos quetzales de más de 5 metros y ocho círculos de más de un metro. Todas estas figuras están realizadas en placas de madera, decoradas por estos artesanos y se complementan con casi 27 metros cuadrados de flores naturales.

Jacobo explica que su taller se dedica a la producción de figuras talladas en madera de copal y pintura de piezas que representan a los tonas y nahuales, que popularmente se conocen como alebrijes, y que están relacionados con los pueblos ancestrales.

Esta obra está basada en los principios de la comunidad y de él se desprenden sus proyectos. Cada uno está comprometido con su entorno natural y social haciendo hincapié en la sustentabilidad, activación de la economía local y generación de proyectos que involucran a la comunidad en el intercambio de conocimientos y saberes, explica.

En el interior del recinto exponen una ofrenda con las 20 piezas de animales que representan el calendario zapoteca, que se tiene una duración de 20 días, y en conjunto hacen 13 meses al calendario común.

“Estas piezas, conocidas como alebrijes, para los zapotecos son conocidas como tonas y nahuales desde la época prehispánica. Nuestros viejos nos han dicho que el tona es el animal que te protege, y el nahual, es el animal cuando lo sientes, cuando lo percibes. Tu recibes dos animalitos, uno por el día y otro por el año, cuando tu tienes eso fusionas dos animalitos, y resultan unos animales fantásticos que son conocidos como alebrijes”, explica.

“Para nosotros es un mes de 20 días que se va repitiendo cada año y genera como 13 meses en el calendario común. Y cada cuatro años cambian los animales”.

Sostiene que la base del calendario se basa en los animales, “porque en la época prehispánica los zapotecos adoraban a los animales, ellos en su cosmología visualizaron esto y el pensamiento que el hombre es hombre de maíz y de corazón de animal, por eso ellos adoraron a los animales que vivían alrededor de ese valle, y le dieron un significado como seres vivos. Y adoramos los elementos, el día de hoy es el día del Sol y de la Tierra, entonces el generar ese equinoccio, es el máximo esplendor para fecundar una semilla para dar vida, y por eso este 21 de marzo es el inicio del año nuevo zapoteco”.

Jacobo sostiene que las figuras del calendario “las trabajamos en madera del copal, que se llama científicamente bursera bipinata, el cual nos da la resina del copal que utilizamos para los rituales y ceremonias.

“Yo como artesano aprendí a trabajar mis colores y pigmentos con esta resina, y también a aplicar los códices zapotecos en la decoración de mis piezas”.

Relata que “antes nuestras piezas no se pintaban con esta calidad de ahora, pero en 1994 hicimos esa aportación al pintar tan finito y hermoso las piezas, el cual ahora son muy populares, que es una aportación de Jacobo y María, que desde hace unos años hemos podido llevar a algunos sitios fuera de México, donde se reconoce la calidad del dibujo y la narrativa que le hemos dado”.

Dice que su esposa, su hijo y él trabajan con unas grecas los códices zapotecos y con una filigrana muy fina en su pintura, que basan en tallar y pintar cada centímetro cuadrado con mucho diseño y dibujos.

En 1996 y 1997 empezaron a llevar sus piezas a Estados Unidos, en 2002 pudieron viajar a Japón con ellas, y luego han viajado a Alemania, e Italia, pero hasta ahora en España.

Sin embargo, recuerda que para la Feria de los Pueblos Mágicos que se celebró en 2022 en Barcelona, a petición del gobierno de Oaxaca elaboraron una obra de mayores dimensiones que representa la unión de México y España, y crearon una pieza que identifica al toro de lidia y al águila mexicana, es un toro alado, que nos representó no solo en España, sino en Europa, porque antes de llegar a la Casa de México, donde está expuesto, fue llevado a Oslo, Noruega.

Entre los animales que representan el calendario zapoteca están la serpiente, uno de los animales de máximo poder en su cultura, porque viven en los tres mundos, el inframundo, la tierra y el cielo, que representan en la gente que sabe hablar, convencer y manipular.

Otros son el armadillo (sabiduría y paciencia, como guía espiritual de los pueblos); el venado (que tiene buen oído para la música y el arte, y es un poco desconfiado); el conejo (es la persona perfeccionista, amorosa, pero que quiere las cosas rápido).

La rana (símbolo de agua y abundancia, son muy claros para decir las cosas); el perro (guías espirituales, buenos compañeros y de carácter fuerte); el mono (son inquietos, es el señor del arte); el búho (representa el curandero, el que da consejo y sus palabras dan aliento a tu espíritu).

El tlacuache (“es el gran maestro, capaz de parar una discusión, al grado que se puede hacer pasar por muerto). El jaguar (que es el segundo poder en la cultura zapoteca, porque representa la tierra, especialmente en este día el comienzo del año nuevo, es el primer día del calendario, día del Sol, día de la Tierra. Los jaguares son fuertes, lo tienen todo, pero son celosos”, explica).

El cenzontle (pájaro de las 400 voces, ellos saben cantar, saben hablar, pero de repente se van, son determinantes) y el colibrí (pájaro del Sol, mensajero del Sol), entre otros.

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