infoinfusion 16 agosto, 2025 | Hace 4 meses

Ejecutan a influencer sinaloense Camilo Ochoa, conocido como “El Alucín”

El creador de contenido, famoso por hablar de su pasado ligado al narcotráfico, fue ejecutado dentro de su departamento en Temixco, Morelos.

Temixco, Morelos.– La violencia alcanzó este viernes al influencer sinaloense Camilo Ochoa Delgado, mejor conocido en redes sociales como “El Alucín”, quien fue asesinado a balazos dentro de su propio domicilio.

De acuerdo con reportes de medios locales, un hombre armado ingresó a su departamento ubicado en Temixco y lo sorprendió en el baño, donde abrió fuego en repetidas ocasiones. Su esposa fue testigo directo del ataque y dio aviso inmediato a las autoridades, aunque el agresor logró huir sin dejar rastro.

La Fiscalía General del Estado de Morelos confirmó que ya se abrió una carpeta de investigación para esclarecer el caso, aunque hasta ahora no se ha identificado al responsable ni se conocen los posibles móviles del crimen.

Camilo Ochoa, de 42 años, originario de Sinaloa, había alcanzado notoriedad en plataformas digitales como YouTube e Instagram, con más de 340 mil y 200 mil seguidores respectivamente. Su fama se cimentó en una narrativa polémica: hablaba sin reservas sobre su pasado como presunto integrante del Cártel de Sinaloa, relatando experiencias vinculadas al narcotráfico y episodios de violencia que aseguraba haber vivido en carne propia.

En distintas entrevistas y publicaciones, se describía como “exnarcotraficante” y aseguraba haber tenido bajo su mando una plaza criminal en Sinaloa. Aunque en 2021 inició como creador de contenido con la intención —según decía— de dar testimonio para que los jóvenes no siguieran sus pasos, su material continuaba girando en torno al mundo del crimen organizado.

Videos como “Así se controla una plaza en Sinaloa”, declaraciones sobre la captura de Caro Quintero y confrontaciones con policías en la Ciudad de México lo convirtieron en un personaje mediático que despertaba tanto curiosidad como polémica. Algunos lo consideraban un narrador crudo de la realidad mexicana; otros lo veían como parte de ese mismo sistema violento.

Pese a que en ocasiones expresó su interés por proyectos de rehabilitación social, nunca logró desprenderse de la sombra de su pasado. Su última aparición pública destacada fue en mayo pasado, cuando participó en un podcast con Adela Micha en el canal de La Saga.

La muerte de Camilo Ochoa no solo apaga la voz de un personaje digital que se movía entre la fama y la controversia, sino que también refleja los riesgos que enfrentan quienes, desde la exposición pública, deciden relatar la vida criminal en un país marcado por la violencia.

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