infoinfusion 28 junio, 2021 | Hace 4 años
Es uno de los grandes actos de vandalismo artístico. En 1715, se cortaron grandes trozos de la obra de maestra de Rembrandt “La ronda de noche” para colocar el colosal lienzo en un nuevo hogar.

Ahora, por primera vez, en más de 300 años, los visitantes al museo de Ámsterdam, Rijksmuseum, pueden ver los cuadros en su forma original gracias a la impresionante reconstrucción de las piezas perdidas.
Basándose en una pequeña copia del siglo XVII de “La ronda de noche”, los científicos utilizaron inteligencia artificial para recrear las partes ausentes, que han sido impresas y montadas alrededor de la famosa obra de arte.
Nada se sabe del paradero de aquellos trozos, quizás hayan acabado en la basura, aunque Taco Dibbits, director del Rijksmuseum, no pierde la esperanza de que alguien los tenga a buen recaudo, consciente de su valor, y sean localizados algún día. De momento, los visitantes pueden ver la pieza reconstruida gracias a la tecnología.
“Ahora hemos imprimido estas piezas en lienzo y se las hemos añadido a la pintura por un periodo de tres meses. Para mí fue un ‘shock’ verlo porque conozco el cuadro, de reproducciones o de haberlo visto como niño en el colegio. Pero también es fantástico ver una construcción que es de alguna manera más equilibrada“, explica a Efe el director del Rijksmuseum, Taco Dibbits.Esto es parte de la “Operación Rembrandt”, un proyecto que el Rijksmuseum inició en 2019 para analizar y restaurar el cuadro.
“El resultado es mejor de lo que me esperaba. Es un gran desafío hacer una traducción tan sólida, pero estoy especialmente feliz de que nos dé una idea diferente de cómo se vería la pintura original, mucho más espaciosa”, añadió Robert Erdmann, científico principal del Rijksmuseum.
La reconstrucción reveló el verdadero dinamismo de la composición original de Rembrandt, con las dos personas clave en el centro de la pintura, el capitán Frans Banninck Cocq, y el teniente Willem van Ruytenburch, ahora más escorados.
Asimismo, las figuras perdidas de dos hombres y un niño pequeño fueron recuperadas en la parte izquierda del cuadro, donde se cortó una tira de 60 centímetros de la pintura, que incluso en sus dimensiones más pequeñas mide 3,79 metros por 4,36 metros.
Rembrandt pintó “La ronda de Noche” en 1642 por encargo de Cocq, el alcalde y líder de la guardia cívica de Ámsterdam, para representar a los oficiales y otros miembros de la milicia.
Después de estar colgada en el club de los guardias cívicos durante 73 años, la pintura fue trasladada al Consistorio de la capital holandesa, donde estaba destinada a colocarse entre dos puertas, pero no “encajaba”, asegura Dibbits.
“La gente que lo trasladó decidió cortarlo y, realmente, tomaron las tijeras y lo hicieron por los cuatro lados”, prosigue.