infoinfusion 5 julio, 2023 | Hace 2 años
La inteligencia artificial (IA) ha despertado un creciente interés en diversos ámbitos de nuestra vida y está adquiriendo un papel relevante.
Entre las áreas en las que la IA puede marcar la diferencia se encuentra la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.

Aunque resulta complicado determinar el impacto exacto de esta tecnología en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, numerosos expertos consideran que la IA puede ser una herramienta valiosa en este desafío global.
David Rolnick, profesor de Informática en la Universidad McGill y cofundador de la organización sin ánimo de lucro Climate Change AI, sostiene que la IA puede contribuir a combatir esta crisis mundial.
Existen diversas formas en las que la IA ya se está utilizando para proteger el medio ambiente. Por ejemplo, la ONG Rainforest Connection ha implementado un sistema basado en IA para combatir la tala ilegal de árboles.
Utilizando sensores acústicos en los bosques, estos dispositivos captan sonidos característicos, como los de motosierras o camiones, y los transmiten en tiempo real a una nube.
Mediante algoritmos de aprendizaje automático, se identifican los sonidos sospechosos y se envían alertas a las autoridades locales. Hasta ahora, casi 600 dispositivos de este tipo, denominados “guardianes”, han sido instalados en 35 países, desde Brasil e Indonesia hasta el Congo y las Filipinas.
Otro campo en el que la IA está haciendo su aporte es en la reducción de la “huella de carbono” generada por la industria del acero. Fero Labs, una empresa estadounidense, ha desarrollado un software de optimización basado en IA en colaboración con cinco plantas siderúrgicas.
Este software recopila y aprende de datos históricos para recomendar la cantidad mínima de ingredientes adicionales necesarios en el proceso de producción, reduciendo así la extracción y el transporte de materiales y aleaciones. Gracias a esta tecnología, se ha logrado disminuir hasta en un tercio la cantidad de materiales necesarios en la producción de acero.
Además, la IA se está utilizando para mejorar la eficiencia energética de los edificios y reducir su consumo. En Hong Kong, donde el uso de energía en los edificios representa casi el 60% de las emisiones de carbono de la ciudad, la empresa de diseño Arup ha desarrollado una aplicación llamada Neuron.
Esta aplicación utiliza sensores 5G y el Internet de las Cosas (IoT) para recopilar datos en tiempo real del sistema de gestión energética de los edificios.
Un algoritmo analiza estos datos y optimiza el sistema de calefacción y refrigeración, además de realizar predicciones sobre la demanda futura de energía del edificio. De esta manera, se busca reducir el consumo energético y las emisiones asociadas.
En Sudáfrica, donde los rinocerontes se encuentran en peligro de extinción debido a la caza furtiva, se han desarrollado brazaletes con IA. Estos dispositivos se colocan en los tobillos de los rinocerontes y ayudan a los equipos de conservación a localizar y vigilara los animales en tiempo real.
Los brazaletes están equipados con algoritmos de aprendizaje automático que detectan patrones de movimientos anormales, indicando posibles situaciones de peligro causadas por la presencia de cazadores furtivos.
Cuando se detecta una situación de riesgo, se envía una alerta inmediata a los centros de vida salvaje.
Estos brazaletes se utilizan en varios lugares, desde Kenia hasta Sudáfrica, con el objetivo de proteger a los rinocerontes y combatir la caza furtiva.
Por último, la IA también está desempeñando un papel importante en la agricultura inteligente. La empresa alemana Agvolution ha desarrollado un sistema basado en IA que utiliza datos de sensores solares para controlar el microclima alrededor de los cultivos. Estos dispositivos recopilan información sobre la temperatura, humedad, radiación y humedad del suelo en el campo.
Luego, utilizando algoritmos de IA, se realizan recomendaciones precisas sobre el estado de las plantas y se indica la cantidad óptima de agua y fertilizante que se debe utilizar. Esto ayuda a reducir el uso excesivo de recursos, como el agua y los fertilizantes, en la agricultura, contribuyendo así a la reducción de las emisiones de CO2 y al uso más eficiente de los recursos naturales.
En resumen, la IA se está utilizando de diversas formas para proteger y preservar el medio ambiente. Desde la detección de la tala ilegal de árboles hasta la reducción de emisiones en la industria del acero, pasando por la eficiencia energética de los edificios y la protección de especies en peligro de extinción, la IA está demostrando su potencial para ayudar en la lucha contra el cambio climático y la conservación de la naturaleza.
Estas aplicaciones muestran cómo la IA puede ser una aliada valiosa en la protección del medio ambiente y en la construcción de un futuro más sostenible.