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Terror del matrimonio infantil: un drama en Guerrero, México

En octubre de 2021, un escalofriante caso de matrimonio infantil y sus consecuencias en la vida de una niña de 15 años sacudió a la opinión pública.

La joven fue encarcelada tras huir de la casa en la que vivía, después de que su suegro, quien había pagado una suma significativa por ella, intentara abusar de ella, un acto que ya había intentado con anterioridad.

Tras su negativa y escape, el suegro exigió la devolución de su dinero con intereses. Ante la incapacidad de la familia para hacer tal pago, las autoridades decidieron encarcelar primero a la abuela y posteriormente a la menor. Este dramático episodio tuvo lugar en Guerrero, México, donde la práctica de vender niñas para contraer matrimonio sigue siendo común.

El matrimonio infantil es una problemática global que afecta tanto a comunidades urbanas como rurales. En su esencia, se refiere a una unión, legal o informal, consentida o forzada, en la que al menos una de las partes es menor de 18 años. La UNICEF destaca que esta práctica refleja las normas sociales y culturales existentes, y es una de las formas más generalizadas de abuso sexual, explotación y violencia, principalmente contra niñas. Aunque existen casos de matrimonio infantil en niños, no son tan comunes ni tienen las mismas causas que en las niñas.

Las causas del matrimonio infantil son variadas, incluyendo la pobreza, factores culturales y tradiciones arraigadas en ciertas comunidades. Además, este fenómeno está estrechamente relacionado con las normas sociales y la desigualdad de género. Las consecuencias son devastadoras, desde el abandono escolar hasta la violencia doméstica y embarazos tempranos, con un impacto en la salud física y mental de las niñas. Eliminar el matrimonio infantil requiere un enfoque multidimensional que incluye cambios legales y culturales.

El matrimonio infantil es un problema multifactorial que afecta a todo el mundo y debe abordarse de manera integral. Las leyes son un paso importante, pero no son suficientes por sí solas. Se necesitan acciones concretas que promuevan la igualdad de género, empoderen a las mujeres y las niñas, y brinden oportunidades educativas y económicas.

Solo a través de un enfoque holístico y un compromiso a nivel global se podrá poner fin a esta práctica perniciosa que priva a las niñas de su futuro.

Con información de Noticias NCC

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