infoinfusion 23 octubre, 2023 | Hace 2 años
La Luna, ese misterioso satélite que ha acompañado a la Tierra desde hace eones, es en realidad más antigua de lo que se creía.

Hace más de 4.000 millones de años, cuando el Sistema Solar estaba en sus primeras etapas de formación y nuestro planeta estaba en pleno proceso de creación, un objeto de enormes dimensiones, similar en tamaño a Marte, colisionó con la Tierra.
A lo largo de milenios, los escombros generados por tan colosal impacto se aglutinaron y dieron lugar a la Luna.
La precisión en la datación de este evento ha sido una tarea desafiante para los científicos hasta el momento. Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista Geochemical Perspectives Letters revela que la Luna es aún más antigua de lo que se pensaba: al menos 4.460 millones de años, unos 40 millones de años más de lo estimado anteriormente.
Este descubrimiento se basa en la minuciosa investigación de cristales de circón extraídos de muestras de polvo lunar traídas por los astronautas de la misión Apolo de la NASA en 1972.
Estos minúsculos cristales, que se formaron poco después de la colisión que dio origen a la Luna, han servido como anclaje para establecer una cronología lunar precisa. El método utilizado para determinar su edad se denomina tomografía de sonda atómica, que permite analizar átomo por átomo y rastrear la desintegración radiactiva de los isótopos de uranio y plomo en los cristales.
De esta manera, los científicos han logrado determinar con certeza que la Luna es al menos tan antigua como se ha establecido, arrojando nueva luz sobre el papel fundamental que desempeña en el equilibrio y la evolución de nuestro sistema planetario.