infoinfusion 6 junio, 2024 | Hace 1 año
A lo largo del imponente río Orinoco, un equipo de arqueólogos ha revelado un fascinante hallazgo que ilumina el pasado prehistórico de América del Sur.
Utilizando drones y cámaras de alta resolución, han cartografiado grabados rupestres que muestran figuras humanas y animales, sugiriendo una sofisticada comunicación visual entre antiguas civilizaciones.

Los investigadores, liderados por Philip Riris de la Universidad de Bournemouth, han identificado 14 sitios adornados con imágenes de serpientes colosales, ciempiés y roedores, destacando una anaconda de 40 metros, posiblemente el grabado más grande del mundo.
El estudio, publicado en la revista Antiquity, sugiere que estos grabados no solo tenían un valor estético, sino también territorial. Riris sostiene que la ubicación a lo largo de los Rápidos de Atures fue deliberada, escogida para que las imágenes fueran visibles desde lejos, actuando como marcadores territoriales. Las figuras, aunque de autores desconocidos, tienen un profundo significado mitológico para las culturas indígenas de la región. “Las anacondas y las boas estaban asociadas a la deidad creadora de algunos de los grupos indígenas,” explicó Riris a Live Science.
El arqueólogo Carlos Castaño-Uribe, del Centro Científico de Patrimonio Ambiental del Caribe, que no participó en este estudio, reafirma la importancia de la anaconda en la mitología local, simbolizando fertilidad, agua y abundancia. Para datar con precisión estos grabados, el experto en arte rupestre Trond Lødøen del Museo Universitario de Bergen propone más trabajos de campo. La comparación con una pieza de cerámica similar encontrada cerca sugiere que el arte rupestre podría tener unos 2.000 años. “Hay más por descubrir,” afirmó Lødøen a Scientific American, indicando que futuras excavaciones podrían desenterrar herramientas y restos que confirmen la antigüedad de estas impresionantes obras de arte.