infoinfusion 8 noviembre, 2023 | Hace 2 años
En el bullicioso taller de artesanía de Petrolina, ubicado en el estado de Pernambuco, el constante sonido de los cinceles resuena desde la entrada.

Aquí, el arte de esculpir criaturas míticas del folclore brasileño no solo es una expresión artística, sino también un acto de resistencia a orillas del imponente río San Francisco.
Los maestros de esta antigua profesión, en peligro de extinción, se esfuerzan por preservar esta tradición que antiguamente protegía a los navegantes y hoy en día ahuyenta a los malos espíritus. Las esculturas que emergen de este taller son seres surrealistas y mitológicos que invaden las calles de la ciudad de Petrolina. Estas creaciones tienen sus raíces en el sincretismo religioso y las creencias populares que caracterizan las áridas tierras del noreste de Brasil.
Estas enigmáticas “carrancas” han sido comparadas con las imágenes que portaban los barcos vikingos. En la actualidad, en Brasil, se han convertido en un símbolo del pueblo ribereño, transformándose en arte cuando abandonaron las proas de las embarcaciones y migraron a las entradas de las casas.