infoinfusion 1 septiembre, 2023 | Hace 2 años
Los artistas visuales están librando una batalla contra las empresas de inteligencia artificial en defensa de sus obras de arte.
Un ejemplo de esto es Kelly McKernan, cuyas pinturas en acrílico y acuarela destacan por su audacia y vitalidad, con frecuencia mostrando figuras femeninas en colores brillantes como verdes, azules, rosas y morados.

Su estilo, según ella misma lo describe, es “surrealista y etéreo” y explora la incomodidad en la experiencia humana.
Para McKernan, la palabra “humano” ahora tiene un significado especial debido a la amenaza que percibe proveniente de la inteligencia artificial. Hace aproximadamente un año, comenzó a notar imágenes en línea que eran sorprendentemente similares a su estilo artístico y que parecían generarse al ingresar su nombre en un motor de IA. Esta situación ha llevado a McKernan y otros dos artistas a demandar a empresas de IA que utilizan su trabajo para “entrenar” generadores de imágenes, poniendo en riesgo la subsistencia de los artistas en todo el mundo.
La demanda, actualmente en manos de un juez federal en San Francisco, plantea cuestiones sobre si las empresas de inteligencia artificial están infringiendo los derechos de autor al analizar miles de millones de imágenes y crear algo nuevo. Este caso podría sentar un precedente importante para creadores de diversos campos que buscan proteger su trabajo frente a la explotación por parte de la IA.
Las artistas, que buscan preservar su capacidad creativa y sus derechos, no se oponen inherentemente a la IA, pero exigen que se respete su autoría y se obtenga su consentimiento antes de utilizar sus obras en este contexto.
El futuro de los creadores se ve amenazado por la proliferación de generadores de imágenes de IA, que podrían eventualmente disminuir la demanda de trabajo humano en el campo del arte y la creación.