infoinfusion 1 mayo, 2023 | Hace 3 años
En el municipio de Cintalapa, Chiapas, se ha descubierto una osamenta de 25 niños que datan de hace mil 200 años. Los restos se encontraron en la Cueva El Lazo, ubicada en el Río La Venta, y los niños tenían edades comprendidas desde recién nacidos hasta los 12 años.

El antropólogo físico e investigador del INAH Chiapas, Javier Montes de Paz, ha liderado el equipo encargado de estudiar estos restos y han logrado descubrir detalles sorprendentes acerca de la alimentación que tenían los niños.
En particular, los investigadores han encontrado semillas de chilca en los restos de los niños. Esto es sorprendente porque la chilca es una planta tóxica y se sabe que los niños que la ingieren pueden sufrir graves problemas de salud.
Además, los niños estaban afectados por raquitismo y malformaciones congénitas, lo que sugiere que su alimentación era insuficiente o no adecuada. Los investigadores también han planteado la hipótesis de que estos niños podrían haber sido víctimas de algún tipo de sacrificio.
El descubrimiento de estos restos es de gran importancia para la comprensión de la historia de la región. La cronología de la osamenta se sitúa entre el clásico tardío y el post clásico temprano, es decir, entre los años 900 y mil 200.
Además, el hallazgo ha permitido a los investigadores estudiar en detalle la dieta y la salud de los niños que vivían en la zona en aquellos tiempos. Se espera que esta investigación siga arrojando nuevos datos y permita tener una visión más completa de la vida de las personas que habitaron en la región hace más de mil años.
Un equipo de arqueólogos y antropólogos ha descubierto una osamenta de 25 niños en la Cueva El Lazo, ubicada en el Río La Venta, entre los municipios de Cintalapa y Jiquipilas, en Chiapas. Los restos tienen una antigüedad de mil 200 años y corresponden a niños que tenían edades que oscilan entre recién nacidos hasta los 12 años.
Los investigadores liderados por el antropólogo físico e investigador del INAH Chiapas, Javier Montes de Paz, han estudiado los restos y han descubierto detalles importantes sobre la alimentación y la salud de los niños.
En particular, los investigadores han encontrado semillas de chilca en los restos de los niños. Esta planta es tóxica y puede causar graves problemas de salud. El hecho de que los niños hubieran ingerido esta planta es sorprendente y sugiere que podría haber alguna explicación detrás de esto.
Además, los niños estaban afectados por raquitismo y malformaciones congénitas, lo que sugiere que su alimentación era insuficiente o no adecuada. Los investigadores también han planteado la hipótesis de que estos niños podrían haber sido víctimas de algún tipo de sacrificio.
Este descubrimiento es de gran importancia para la comprensión de la historia de la región. Los restos tienen una antigüedad de mil 200 años y se sitúan en la cronología del clásico tardío al post clásico temprano.