infoinfusion 18 mayo, 2023 | Hace 3 años
En recientes excavaciones realizadas en Pompeya, se han encontrado restos óseos de dos individuos que perdieron la vida durante el devastador terremoto que acompañó a la erupción del volcán Vesubio en el año 79 d.C.

Estos esqueletos ofrecen nuevas perspectivas sobre los momentos previos a la catástrofe, ya que revelan que los habitantes de Pompeya no solo fallecieron a causa de los lapilli (fragmentos de lava), cenizas y gases volcánicos, sino también debido a los derrumbes provocados por el terremoto que se produjo en conexión con la erupción.
Los esqueletos fueron encontrados en la ínsula de los Castos Amantes, y las autoridades arqueológicas explicaron que las víctimas perecieron cuando una pared se desplomó “entre la fase final de sedimentación de lapilli y antes de la llegada de las corrientes piroclásticas que enterraron definitivamente Pompeya”.
Este nuevo hallazgo constituye una prueba adicional de que, durante la erupción del Vesubio, no solo los lapilli y las corrientes piroclásticas representaron un peligro para la vida de los antiguos habitantes de Pompeya.
Las excavaciones realizadas en las últimas décadas han revelado cada vez más evidencia de que los derrumbes causados por la acumulación de lapilli y los efectos sísmicos del volcán también fueron factores mortales.
Los primeros análisis antropológicos sugieren que las dos víctimas eran hombres de al menos 55 años que murieron a causa de múltiples traumatismos causados por el colapso de partes del edificio.
Durante el proceso de extracción de los esqueletos, se descubrieron restos de material orgánico, posiblemente un fragmento de tela, así como cuentas de vidrio y monedas. Estos elementos adicionales brindan más detalles sobre la vida y las posesiones de las personas que habitaban Pompeya antes de su trágico final.
El ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano, destacó la importancia de este descubrimiento y la necesidad de continuar las investigaciones y excavaciones en Pompeya.
Por su parte, el director del área arqueológica, Gabriel Zuchtriegel, afirmó que las técnicas modernas de excavación permiten comprender mejor los últimos momentos de aquellos que perdieron sus vidas durante la erupción, y que estos hallazgos nos acercan a comprender el horror que destruyó completamente la ciudad en tan solo dos días.