Descubren restos funerarios anómalos en zona arqueológica de Durango

infoinfusion 2 agosto, 2023 | Hace 2 años

Descubren restos funerarios anómalos en zona arqueológica de Durango

En los confines de Durango, específicamente en la enigmática zona arqueológica de La Ferrería, ha sido desenterrado un descubrimiento funerario que trasciende el tiempo.

Los vestigios datan de un período que abarca los años 600 a 900, y yacen en un escenario inusual: los alrededores al aire libre. Esta revelación capturó la atención de la comunidad arqueológica, ya que contrasta con las prácticas de la época que generalmente implicaban entierros dentro de estructuras.

El liderazgo de este proyecto está a cargo de Cinthya Isabel Vidal Aldama, una destacada arqueóloga que ha estado supervisando los avances en la zona arqueológica. En este impresionante descubrimiento, se ha logrado recuperar con cuidado y respeto 16 cuerpos en su totalidad. Entre estos restos humanos, se cuentan ocho adultos y ocho niños, cuyas edades fluctúan entre 1 y 7 años.

Sin embargo, lo que verdaderamente cautivó la imaginación es el asombroso hallazgo de dos cráneos con una peculiaridad que rompe con los cánones conocidos. Estos cráneos se asemejan sorprendentemente a la forma de un corazón, un rasgo anatómico inusual y misterioso.

Este asombroso proyecto de extracción y estudio comenzó en el año 2021, desentrañando lentamente los secretos ocultos de la cultura Chalchihuites. El primer año de esfuerzo arduo rindió frutos con la exhumación de 11 cuerpos.

Avanzando en esta exploración histórica, el presente año ha sido testigo de la segunda fase, en la cual cinco cuerpos adicionales fueron rescatados y llevados a la luz. A pesar de estos logros, Vidal Aldama señala con pesar que el conocimiento adquirido hasta ahora apenas rasca la superficie de lo que esta antigua cultura representó.

Las limitaciones de recursos han obstaculizado la realización de investigaciones más profundas y exhaustivas.

En un espíritu de colaboración y dedicación, estudiantes y profesores de la Escuela Nacional de Antropología de Chihuahua unieron sus fuerzas en la segunda etapa de esta apasionante labor, una muestra conmovedora de la unión de la comunidad científica en su búsqueda de la verdad histórica.