infoinfusion 27 mayo, 2024 | Hace 2 años
Franz Kafka, cuya vida reflejó la lucha contra la marginación y la incomunicación, sigue siendo una figura relevante en el siglo XXI.
Nacido en 1883 en Praga, su obra trasciende fronteras y generaciones, abordando temas universales como la burocracia, la alienación y la fragilidad humana frente a las estructuras de poder.

Aunque Kafka encontró refugio en la literatura como una forma de expresión y escape, su relación con la escritura estuvo marcada por la duda y la inseguridad. Trabajando en una aseguradora durante el día, Kafka dedicaba sus noches a la creación literaria, explorando la condición humana en relatos como “El proceso” y “La metamorfosis”, obras que desafían las convenciones narrativas y emocionan a lectores en todo el mundo.
Su legado va más allá de las aulas de clase en Alemania, donde su obra es parte del currículo escolar. En la era digital, Kafka encuentra un nuevo público en plataformas como TikTok, donde su mensaje de confrontación con la autoridad y la búsqueda de identidad resuena con la generación Z, que ve en él un reflejo de sus propias luchas y contradicciones.
Aunque la popularidad de Kafka en TikTok a menudo se ve reflejada en memes y referencias superficiales, su influencia perdura en la cultura contemporánea. Desde citas mal atribuidas hasta representaciones en videojuegos, Kafka se ha convertido en un símbolo de rebeldía y reflexión crítica para una audiencia joven que busca entender su lugar en un mundo complejo y muchas veces opresivo.
La fascinación por Kafka entre los jóvenes no solo se limita a su obra literaria, sino que se extiende a su imagen reinterpretada en diversos contextos, desde celebraciones de cumpleaños hasta personajes de ficción. Esta apropiación creativa de su figura demuestra la relevancia perdurable de sus temas y su capacidad para resonar con las preocupaciones contemporáneas sobre la identidad, la autoridad y la búsqueda de significado en un mundo en constante cambio.