Los aztecas fueron una civilización guerrera y profundamente religiosa, que construía obras monumentales y practicaba el sacrificio humano, sin embargo, los investigadores aseguraron que los niños encontrados habían muerto por causas naturales y fueron enterrados como tradicionalmente se hacía.
Juan Carlos Campos, arqueólogo a cargo del proyecto, explicó que no es fácil determinar el sexo de los niños encontrados, pero detalló que las ofrendas mortuorias son interesantes, pues uno de ellos estaba dentro de una olla con forma esférica que hace alusión a devolver al niño al útero de la madre.
Juan Carlos Campos, arqueólogo a cargo del proyecto, dijo que los indígenas enfrentaron duras condiciones de vida y no pudieron huir después de que los conquistadores españoles tomaron la capital azteca, Tenochtitlán, que se convirtió en Ciudad de México.
Los arqueólogos continúan desenterrando restos de la cultura azteca bajo la ciudad. En diciembre, encontraron restos de un elaborado altar cerca de la tradicional Plaza Garibaldi, famosa por sus mariachis y fiesta.
El Sol de México
