infoinfusion 6 agosto, 2023 | Hace 2 años
La encantadora ciudad flamenca de Brujas, apodada la “Venecia del Norte”, se enfrenta a un desafío crucial: la masificación turística que amenaza la tranquilidad de sus calles adoquinadas y la paciencia de sus residentes.

Con terrazas llenas junto a los canales y multitudes que inundan sus históricas calles, la pequeña localidad belga busca encontrar un equilibrio para controlar el flujo de visitantes, que ha alcanzado niveles excesivos y pone a prueba su capacidad de hospitalidad.
Arnout Goegebuer, un arquitecto local de 55 años, reflexiona: “Hemos cruzado un umbral. No necesitamos más turistas, ya tenemos suficientes. En realidad, necesitaríamos un poco menos”.
Este sentimiento es compartido por muchos habitantes de Brujas, quienes, a pesar de reconocer los beneficios económicos del turismo, denuncian que su ciudad se convierte en un parque temático durante varios meses al año debido al flujo constante de visitantes.
Brujas, con su rica historia y encanto pintoresco, es considerada una joya del oeste de Bélgica y ha sido catalogada como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Sin embargo, la ciudad se enfrenta al desafío de no seguir el camino de Venecia, que ha enfrentado problemas significativos debido al turismo excesivo.
Para los residentes de Brujas, la capacidad de acogida del casco histórico durante los meses de verano se ha visto superada hace tiempo, generando una sensación de abrumadora afluencia turística.
La lucha contra la masificación turística no solo es una preocupación local, sino que también se refleja en las estadísticas de destinos turísticos europeos más visitados en relación con su población. Brujas comparte el segundo lugar en esta lista con Venecia y la isla griega de Rodas, solo detrás de la ciudad croata de Dubrovnik, famosa por su vínculo con la serie de televisión “Juego de Tronos”.
A pesar de las preocupaciones, la oficina de turismo de Brujas afirma que la ciudad no está tan superpoblada como se cree y alienta a los visitantes a explorarla en momentos menos concurridos para experimentar su auténtico encanto.
El ayuntamiento de Brujas ha adoptado una estrategia a largo plazo para fomentar estancias de varios días, exploración de la región circundante y experiencias culturales más allá de los lugares turísticos típicos. El objetivo no es atraer más turistas en cantidad, sino garantizar la calidad y el carácter de los visitantes que llegan a la ciudad.
A pesar de los desafíos, los visitantes también expresan su asombro y aprecio por la belleza y la autenticidad de Brujas, y algunos incluso encuentran consuelo en la comparación con destinos más concurridos como Ámsterdam, Florencia o Venecia.