infoinfusion 25 junio, 2023 | Hace 2 años
A pesar de la guerra en Ucrania, la música no se detiene. En la ciudad de Leópolis, la escena musical demuestra su desafío y resiliencia frente a la invasión rusa.

Los músicos se esfuerzan por mantenerse activos, recaudando fondos para equipar a sus compañeros que luchan en el ejército ucraniano y conmemorando a los caídos, como Yevgen Gulevych, cofundador de la edición local del Día Mundial de la Música.
En un escenario al aire libre en la parte antigua de la ciudad, Marichka Chichkova, músico y gestora cultural, expresa: “La vida no puede parar. Si abandonamos la música, estaríamos permitiendo que Rusia logre su objetivo de destrozarnos lo más posible”.
El escenario donde se llevan a cabo estas presentaciones ha sido nombrado en honor a Gulevych, un amigo de Chichkova que se unió voluntariamente al ejército cuando Rusia invadió el país. Gulevych, una figura intelectual y gestor cultural, fue uno de los impulsores de la celebración anual del Día Mundial de la Música en Leópolis en 2013.
Sin embargo, diez años después, ya no está vivo, ya que fue asesinado por un francotirador ruso cerca de Bajmut poco antes de Año Nuevo. En medio de la guerra, muchos músicos y representantes de la industria se han unido como voluntarios o han sido reclutados para ayudar en la defensa contra el ataque ruso. Según Chichkova, uno de cada tres músicos que conoce está actualmente en el ejército.
A pesar de las diversas reacciones, la celebración del Día Mundial de la Música en medio de la guerra ha encontrado un apoyo significativo. Mientras actuaban en 44 escenarios para promover su arte, Marichka Chichkova relata una conversación con una madre cuyos dos hijos estaban luchando en el frente: “No podía entender cómo alguien puede cantar en tiempos como estos”.
Sin embargo, Chichkova destaca que muchos soldados la apoyaron y afirmaron que precisamente eso es lo que los ucranianos necesitan para seguir adelante.
Además, unirse a esta celebración mundial fortalece la unidad de los ucranianos con otras nacionalidades, lo cual es especialmente importante para el país en su lucha contra una amenaza existencial. Una iniciativa de recaudación de fondos también está en marcha para proporcionar equipos a más de cien músicos que se han convertido en soldados.
La música ha brindado un respiro en medio de la atmósfera tensa y las noticias perturbadoras provenientes del frente. A pesar de las alarmas antiaéreas, los ciudadanos han podido disfrutar de una atmósfera festiva, algo inusual en tiempos de guerra. Vasyl, uno de los espectadores, reconoce: “Necesitamos algo que nos ayude a estar bien en medio de todo esto”.
La música se convierte así en una forma de terapia, brindando consuelo y alivio a la población en tiempos difíciles.