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infoinfusion 24 mayo, 2023 | Hace 3 años

La “Puerta al Inframundo” regresa a México después de 65 años de robo

El Monumento 9 de Chalcatzingo, conocido popularmente como la “Puerta al inframundo” o el “Monstruo de la Tierra”, finalmente ha sido repatriado a México después de 65 años de haber sido robado y perder su rastro.

La pieza olmeca ahora se encuentra en su lugar de origen, el Museo Regional de los Pueblos de Morelos.

Esta imponente escultura, que mide 1.8 metros de altura, 1.5 metros de ancho y pesa alrededor de una tonelada, representa a un “monstruo de la tierra” y está relacionada con otras obras de arte encontradas en la Zona Arqueológica de Chalcatzingo.

Su origen se remonta al periodo Preclásico Medio, durante el esplendor de este sitio arqueológico.

El Monumento 9 de Chalcatzingo es un bajorrelieve que representa a una criatura cosmogónica conocida como el “monstruo de la tierra”, un motivo recurrente en la iconografía olmeca.

Según el investigador Mario Córdova Tello, esta escultura presenta un agujero que simboliza las fauces abiertas de la entidad, representando así la entrada al inframundo. Además, sobre la boca del monstruo se pueden apreciar tres bandas concéntricas que figuran el acceso cruciforme a una caverna.

El monumento también presenta cuatro formas en las comisuras que representan ramales de bromelias, una planta característica del Cerro Chalcatzingo y presente en otros monumentos de la zona arqueológica. Este elemento único en la iconografía olmeca hace suponer que la planta tuvo un significado identitario para los antiguos habitantes de la ciudad.

Considerado una pieza clave para la investigación de la iconografía olmeca, el Monumento 9 ha sido objeto de un misterio en relación con su robo.

Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), no se sabe cómo ni cuándo fue sustraído ilegalmente de Chalcatzingo, aunque se tiene registro de su existencia desde 1968, cuando fue mencionado por el arqueólogo David Grove en la revista “American Antiquity”.

Se presume que la escultura podría haber estado en Estados Unidos a principios de la segunda mitad del siglo XX, pero los detalles exactos de su desaparición aún son desconocidos.

Con información de El Universal

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