infoinfusion 28 agosto, 2023 | Hace 2 años
José Miguel Cadalso, un hábil ebanista de Trinidad, Cuba, ha dedicado su vida a crear abanicos de madera que narran la historia y la tradición de su ciudad natal.

Su taller se encuentra en una casona del siglo XVIII en el centro de esta villa colonial, situada a 350 kilómetros al sureste de La Habana.
Cada abanico es una obra de arte única, y Cadalso se esmera en agregar nuevas experiencias a cada varilla, incorporando la rica herencia histórica y arqueológica de su pueblo en su trabajo.
Su inspiración para esta labor artesanal surgió en 2003, cuando, recién graduado de la Escuela de Oficios de Restauración de la Ciudad a la temprana edad de 17 años, se sumergió en la restauración de un retablo de 1913 en la Iglesia de la Santísima Trinidad. Durante dos años, dedicó su tiempo libre a devolver la vida a esta obra.
Este proceso manual le permitió conectarse con la paciencia y la dedicación de las personas de esa época, y ese despertar creativo marcó el inicio de su viaje en la restauración y creación de abanicos de madera.
La materia prima para sus abanicos proviene de la reutilización de tablones y vigas de las antiguas casas cuando se modernizan los interiores. Aunque desearía contar con más herramientas para su oficio, Cadalso agradece la reanudación del turismo en Cuba, ya que esto le ha permitido vender sus obras y continuar compartiendo la historia de Trinidad a través de sus excepcionales abanicos de madera.