infoinfusion 16 julio, 2025 | Hace 5 meses
Ganaderos logran frenar la llegada de animales provenientes de Centroamérica. La medida busca preservar el estatus sanitario ante gusano barrenador.
Durango, Dgo.- La empresa SuKarne decidió no introducir ganado proveniente de Nicaragua a su planta ubicada en el municipio de Tlahualilo, en Durango, como parte de un acuerdo voluntario con autoridades del sector agropecuario, con el fin de evitar riesgos sanitarios, particularmente el contagio del gusano barrenador, una amenaza para la ganadería nacional.

El anuncio fue confirmado por Julio Berdegué, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), quien agradeció públicamente a la empresa por su disposición al diálogo y su compromiso con los estados exportadores de carne, como Durango. “Con diálogo y colaboración siempre avanzamos”, expresó en sus redes sociales.
La polémica se desató tras conocerse que SuKarne recibiría ganado importado desde Centroamérica por vía marítima, lo que generó preocupación entre ganaderos locales por el posible riesgo sanitario. La empresa aclaró, en un comunicado emitido el 14 de julio, que mantiene su compromiso con la sanidad del hato nacional, y destacó que su planta en Tlahualilo ha sido clave para el empleo y la economía del estado, siendo una de las principales generadoras de trabajo y la mayor exportadora de carne de res mexicana a nivel mundial.
“Hoy somos el principal comprador de ganado en Durango, con más de mil ganaderos locales como proveedores”, señaló SuKarne.
Rogelio Soto, presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango, informó que sostuvo una reunión en la Ciudad de México con autoridades de SADER y Senasica, donde expresó su rechazo al ingreso del ganado centroamericano. Aunque las autoridades federales garantizaron la revisión sanitaria de los animales, el dirigente advirtió que “en sanidad animal no existe el riesgo cero”.
Subrayó que un posible brote del gusano barrenador en la región de Tlahualilo podría afectar a más de 400 mil cabezas de ganado destinadas a engorda y producción lechera, además de impactar negativamente a miles de granjas avícolas, poniendo en peligro la condición exportadora del estado.