infoinfusion 3 mayo, 2019 | Hace 6 años
La relación de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera siempre estuvo marcada por la polémica.
Desde que Rivera apareció en la campaña publicitaria del Gobierno mexiquense “300 compromisos”, en junio de 2008, se hablaba de un “acuerdo” con Televisa para que ella fuera la pareja del Gobernador del Estado de México, que ya sonaba como candidato presidencial.
En ese momento, la imagen de la actriz, con 20 años de carrera, estaba en la cima, pues recién terminaba su novela Destilando Amor.
A partir de ahí se convirtió en la coestelar de la carrera de Peña Nieto por la Presidencia de la República: él le propuso matrimonio en El Vaticano, su boda fue la más esperada en el mundo del espectáculo en 2010 y su actividad como Primera Dama mexiquense en medios de comunicación fue inusual.
Ese mismo rol mantuvo en la campaña presidencial. Prácticamente todo los días acompañaba a las giras al candidato priista para grabar un “atrás de cámaras”, que era difundido en sus redes sociales.
Sin embargo, no escapó a rumores de una crisis matrimonial, principalmente cuando apareció lastimada de un brazo, y en otra ocasión con un golpe en el rostro, pues surgió la polémica sobre si su esposo la había golpeado. Ella lo desmintió.
No perdían oportunidad para difundir fotos dándose un beso, abrazados o tomados de la mano. Sin embargo, ella siempre se mostraba más cariñosa y él sonriente.
Una vez que Peña Nieto llegó a la Presidencia, el activismo de Rivera disminuyó drásticamente: en todo el sexenio acompañó a su esposo a solo 105 actos públicos, de los más de mil que tuvo el Mandatario.
Incluso, no estuvo presente en ceremonias donde tradicionalmente el Presidente acudía con pareja, como el Día de la Madres, de la Mujer, del Niño, o en lanzamientos de programas sociales.
De las 69 giras que el mexiquense realizó por el extranjero, la Primera Dama viajó con él en al menos 15, sobre todo en aquellas donde el protocolo marcaba asistir con su esposa.
En diversos momentos, personal cercano a la pareja reveló a REFORMA que Peña Nieto y Rivera llevaron una vida separada.
Por ejemplo, el entonces Presidente pasaba casi todos sus fines de semana en su casa en el Club de Golf de Ixtapan de la Sal, y en seis años a la Primera Dama solo se le vio ahí a principios de 2013. La mayoría de las veces el mexiquense viajaba con hijos o amigos.
En la Residencia Oficial se hablaba de que vivían separados.
En Navidad o Año Nuevo, Peña Nieto cumplía con el protocolo familiar en Acapulco, en la casa de descanso para el Presidente en turno, propiedad de la Marina, pero al siguiente día partía solo a las playas de Punta Mita o Tamarindos, donde permanecía el resto del tiempo de asueto.
Lo mismo sucedía en periodos de Semana Santa y verano. El Presidente siempre viajaba solo o con sus hijos, mientras que ella lo hacía con sus hijas.
Empleados de Los Pinos aseguraban que ella pasaba largas temporadas en el extranjero, principalmente en Miami. Incluso se le vio varias veces sola en Europa o Los Ángeles.
Aunque siempre que se les veía juntos se mostraban amorosos, en seis años hubo episodios de evidente enojo entre ambos, los cuales causaron polémica.
En 2015, durante la visita de los Reyes de España al Museo del Virreinato en Zacatecas, se observó cómo Rivera se molestó después de que Peña Nieto no la tomó de la mano.
En julio de ese año, en París, en las fiestas patrias de Francia, sucedió un hecho similar, lo mismo que en el Grito de Independencia en septiembre de 2016.
Los mensajes de amor también fueron a la baja: los primeros años siempre posteaban una fotografía en alguna fecha simbólica con un pensamiento, pero el año pasado desaparecieron.
Desde 2017, personal de Los Pinos afirmaba que el Presidente salía con una modelo e, incluso, que ella lo visitaba en la Residencia Oficial.
En febrero aparecieron fotos del ex Mandatario con la modelo Tania Ruiz; días después Rivera anunció su divorcio.
Ayer, fue Peña Nieto el que informó el fin de su matrimonio y agradeció a la actriz por su amor y entrega.
Reforma