infoinfusion 31 julio, 2025 | Hace 4 meses
El presidente de los Estados Unidos afirma que México se comprometió a eliminar barreras no arancelarias.
Ciudad de México.- En medio de crecientes tensiones comerciales entre México y Estados Unidos, los presidentes Donald Trump y Claudia Sheinbaum acordaron una extensión de 90 días al actual esquema comercial, a fin de negociar un acuerdo a largo plazo que evite nuevos gravámenes a productos mexicanos.

El presidente estadounidense informó a través de su red social Truth Social que, tras una llamada con su homóloga mexicana, se determinó extender “exactamente el mismo acuerdo que tuvimos durante el corto periodo anterior”. En dicho esquema, México acepta continuar con aranceles del 25% al fentanilo y automóviles, así como un gravamen del 50% al acero, el aluminio y el cobre.
Además, Trump celebró que el gobierno mexicano aceptó eliminar de inmediato las barreras comerciales no arancelarias, lo que implica cambios en normativas y restricciones técnicas que, según Washington, dificultaban el acceso de productos estadounidenses al mercado mexicano.
La conversación entre ambos mandatarios fue la novena desde noviembre de 2024, cuando Trump fue reelecto. La llamada más reciente se dio el 17 de junio, pero esta vez ocurrió en un momento clave: a solo días de que entrara en vigor una posible imposición unilateral de aranceles del 30% a productos mexicanos no cubiertos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), programada para el 1 de agosto.
Durante la negociación también participaron figuras clave del gabinete estadounidense, como el vicepresidente J. D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio, el secretario del Tesoro Scott Bessent y el asesor de seguridad nacional Stephen Miller, lo que muestra el alto nivel de importancia que la administración Trump ha dado a las relaciones comerciales y de seguridad con México.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum informó en su cuenta de X que, gracias al diálogo, se evitó la imposición inmediata de aranceles adicionales y se abrió una ventana de tres meses para alcanzar un acuerdo definitivo. “Logramos 90 días para construir un acuerdo de largo plazo a partir del diálogo”, escribió.
Desde México, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, había llamado a “mantener la sangre fría” y evitar el pánico ante los anuncios estadounidenses, recordando que México ha cumplido con las exigencias impuestas por Washington en temas como control de drogas, migración y cooperación aduanal.
Este nuevo entendimiento no solo tiene implicaciones económicas: también refleja una relación compleja entre ambas administraciones, marcada por la presión constante de la Casa Blanca y el intento del gobierno mexicano de mantener el equilibrio sin romper el T-MEC ni ceder demasiado a exigencias unilaterales.
Los próximos 90 días serán cruciales para definir si las diferencias se resuelven en un nuevo pacto o si Trump vuelve a imponer medidas que impactarían profundamente al comercio bilateral, en particular a sectores como el automotriz, el metalúrgico y el agroalimentario.
Con información de El Universal