infoinfusion 18 octubre, 2022 | Hace 3 años
– La última se reportó el pasado viernes en el Instituto Gómez Palacio, cuando un estudiante de dicha institución educativa insinuó que llevaría un arma de fuego.
A casi tres años de los hechos violentos registrados en el Colegio Cervantes de la ciudad de Torreón, Coahuila, en enero de 2020, al día de hoy se han registrado en la Comarca Lagunera 9 advertencias más que han alertado a las autoridades para ejecutar los protocolos de seguridad, y con ellos evitar que ocurra otra tragedia dentro de las escuelas de la región.

En instituciones educativas de ambos lados del río Nazas se ha iniciado programas de vigilancia, como la llamada “Operación Mochila”, con el objetivo de es salvaguardar la integridad física miles de niños, niñas, adolescentes y personal docente que asisten a las clases presenciales.
Lo que se busca con esta medida es que los alumnos no ingresen a la escuela con objetos punzocortantes, armas de fuego, drogas, o sustancias tóxicas, aerosoles, plumones de tinta indeleble y/o revistas de cualquier índole así como aquellos que puedan causar daño o que atenten contra la salud física o moral de la comunidad estudiantil.
Las tres amenazas más recientes sucedieron entre el mes de septiembre de este año 2022 y la semana pasada, sin embargo existen otros antecedentes que muestran cómo la violencia vivida el 10 de enero de 2020 se filtró en la mente de las y los alumnos.
El 6 de febrero de 2020, un alumno de la Universidad Tec Milenio publicó en redes sociales que iba a ser el último día de la institución. Las autoridades, al llegar al lugar, confirmaron que sí existía la amenaza, pero ésta afortunadamente no se concretó.
Un día después, el 7 de febrero, otra amenaza fue destapada en el Colegio Edimburgo, en donde un alumno advirtió que iban «a morir todos». Producto del mensaje, las clases fueron suspendidas.
El mismo mes de febrero se registraron más amenazas en la facultad de arquitectura de la Universidad Autónoma de Coahuila y en el Colegio Sanford. Tan sólo en un mes, se habían registrado 4 amenazas en escuelas de la región. El impacto de la tragedia del Colegio Cervantes hizo presencia.
En 2021, un año después de las amenazas, todo se mantuvo en calma. Se detuvieron las amenazas de balaceras y parecía que todo había regresado a la normalidad, sin embargo, en 2022 y ya con clases totalmente presenciales, las advertencias regresaron.
El 8 de marzo de 2022, las clases en la Universidad Autónoma de La Laguna fueron suspendidas. Fue un alumno de la preparatoria que, a través de WhatsApp, difundió imágenes de pistolas y navajas con las que presuntamente iba a realizar un ataque.
Un día después, el 9 de marzo, el Cetis 59 tuvo que interrumpir sus actividades porque un alumno amenazó con realizar un tiroteo en las instalaciones.
Meses después, el 28 de septiembre, el Instituto Patria, ubicado en la colonia La Fuente, un alumno de preparatoria publicó un estado en WhatsApp con el siguiente mensaje: «algunos de mi salón me están provocando las ganas de hacer una balazosera (sic) en la escuela mañana…».
Las clases, para evitar cualquier anomalía, fueron suspendidas.
Por último, en los últimos quince días otras dos amenazas de balaceras provocaron la suspensión de clases en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro y en el Instituto Gómez Palacio. En ambos casos no pasó nada grave, pero las autoridades no han definido cuál pudiera ser la sanción para evitar este tipo de hechos que roban la tranquilidad de los estudiantes y los padres de familia.
Con información de Redes Poder