infoinfusion 27 agosto, 2023 | Hace 1 año
Un viñedo pionero ha revolucionado el turismo enológico en el cálido y tropical Caribe mexicano, una región donde esta atracción parecía impensable.
José Viveros Tadeo y su esposa Janey Aguilar Reyes, dedicados previamente a la actividad maderera en la comunidad de Noh-Bec, en Felipe Carrillo Puerto, se vieron inmersos en este emprendimiento de manera inesperada.
Hace seis años, adquirieron una pequeña planta de uva por casualidad, cuando Janey buscaba una enredadera para dar sombra a sus orquídeas, sin imaginar que daría frutos y que su esposo desarrollaría la “loca idea” de producir vino en una zona maya donde nunca antes se había cosechado uva.
Esta idea poco convencional obtuvo el segundo lugar en el premio de “Innovación Turística” del Gobierno estatal, lo que les brindó capacitación para convertir su proyecto en una experiencia ecoturística. Les enseñaron sobre costos, marketing y cómo darle valor a su emprendimiento, ya que al principio no sabían cómo hacerlo. A partir de esta formación, transformaron su modesta iniciativa en un atractivo eco-turístico que atrae visitantes deseosos de explorar una faceta única de la región.
El viñedo de los Viveros está en constante evolución. Desde su inicio en 2019, han producido variedades como merlot, cabernet sauvignon y moscato, además de cultivar fresas, duraznos y zarzamoras, que raramente se encuentran en la zona. Este proyecto ha despertado un gran interés entre los habitantes locales, que antes se dedicaban principalmente al cultivo de maíz y frijoles. Ahora, la familia Viveros se prepara para recibir turistas, ofreciendo recorridos por el viñedo y opciones para comer en su restaurante, y planea la construcción de cabañas para alojamiento.
Además, están explorando actividades como paseos en bicicleta, avistamiento de aves y la observación de lagartos en una laguna cercana para brindar a los visitantes una experiencia completa en la región.