infoinfusion 21 octubre, 2024 | Hace 9 horas

Alarmante incremento de delitos sexuales contra menores en Durango

Sipinna reporta hasta 18 denuncias por fin de semana, subrayando la urgencia de atención y protección infantil.

En los últimos reportes del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Durango (Sipinna), se ha registrado un promedio de hasta 18 denuncias de delitos sexuales contra menores durante los fines de semana, un dato que resuena como un llamado urgente a la sociedad.

María Guadalupe Soto Nava, secretaria ejecutiva del Sipinna en Durango, enfatiza la gravedad de esta situación, destacando que estos incidentes incluyen desde tocamientos hasta otros actos que generan incomodidad en los niños.

La realidad que se presenta es desalentadora. La secretaria destaca que muchas de estas denuncias no reflejan la totalidad de los casos, ya que muchos niños no se atreven a hablar por miedo o porque han normalizado situaciones que deberían ser inaceptables. Este contexto se vuelve aún más preocupante cuando se considera que, en muchos casos, los agresores son parejas de las madres de los menores.

Ante esta alarmante problemática, Soto Nava ha compartido tres recomendaciones vitales para los padres de familia. La primera es **atención**, sugiriendo que los padres deben estar más presentes y conectados emocionalmente con sus hijos. La buena alimentación también juega un papel crucial, ya que un niño bien nutrido es más propenso a expresar sus sentimientos. Finalmente, escuchar a los niños se presenta como una de las acciones más efectivas; “Ellos no mienten”, subraya, destacando la importancia de creer en sus palabras.

Este llamado a la acción no solo debe ser escuchado por los padres, sino también por la sociedad en su conjunto. Es esencial crear un entorno donde los menores se sientan seguros y respaldados para hablar sobre sus experiencias, sin temor a ser juzgados o ignorados.

La prevención comienza en casa, pero debe extenderse a las escuelas y a toda la comunidad, fomentando un espacio de confianza y apoyo. La situación exige una respuesta contundente y colaborativa. Es responsabilidad de todos cuidar y proteger a nuestros niños y adolescentes, asegurando que sus voces sean escuchadas y sus derechos defendidos.

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